D3. ¡Taller de ceras!

 Querido diario,

En la clase de hoy me lo he pasado muy bien. Como ya sabes, me gusta mucho pintar, desde que soy muy pequeña, aunque no se me dé muy bien. 

En este taller, Florencio nos ha explicado cómo debemos emplear las ceras para realizar un autorretrato en una hoja A3. He compartido este día con mis amigas Natalia, Lucía g, Lucía y Ana, y nos lo hemos pasado muy bien. 

Me he sentido muy relajada en esta clase, y he aprendido mucho de mis amigas. Cada una nos hemos representado en un estilo muy diferente. En mi caso, pintarme y elegir los colores se ha visto influido por mi intuición y mi parte más irracional, ya que escogía los colores según las emociones que me producían para pintar el pelo o los ojos. 

También me ha dado mucha paz mental dibujarme y pintarme desde el amor propio, elaborando por fin una autoimagen más cariñosa y positiva. Me ha liberado mucho expresarme (nunca había hecho un autorretrato antes, y menos con ceras). He conectado también con mi niña interior, pues de pequeña utilizaba mucho las ceras que me regaló mi hermana en un cumpleaños para hacer dibujos y murales (quizá llevaba 12 años sin utilizar las ceras). 

Mis preguntas de hoy para reflexionar un poco son las siguientes: 

¿Por qué para esta sociedad madurar implica abandonar actividades bonitas y creativas como pintar con ceras o témperas?

¿Por qué asociamos el mundo infantil y sus formas de expresión con algo inútil que debemos abandonar?

Desde primaria, ¿por qué nos empeñamos en relegar la educación plástica a un segundo plano y a algo de lo que los niños no aprenden tanto como en asignaturas como lengua o matemáticas?